Fan Xi Pang – La montaña más alta de Indochina
La historia sobre cómo subí la montaña más alta de Vietnam es cuanto menos, especial.
Corría el año 2019 y tras varios viajes en los que ya había cogido confianza (tenía 22 años) decidí, junto con mi buena amiga Diana, mochilear el Sudeste Asiático. Recorrimos Tailandia, Camboya y Vietnam. Otro amigo, Tom, nos acompañó un trocito de viaje.
Sabíamos que íbamos a la aventura, pero lo que no sabíamos era que íbamos a subir el Fan Xi Pang cuando nos adentramos en las montañas del norte de Vietnam, cerca de la región de Sa Pa. Unas montañas que separan Vietnam de China y que son remotas, solitarias y auténticas.
Nos encontrábamos tomando té en una casa familiar que nos acogía. Era una aldea remota a la que llegamos en una caminata de 2 días desde Sa Pa.
Mirando el paisaje y filosofando sobre la vida, nos quedamos mirando la montaña que teníamos enfrente. Era gigante, verde e imponente. Yo pregunté a la familia si se podía subir. Me dijeron que sí, y que conocían un guía que nos podía llevar al día siguiente. Con 0 investigación, 0 conocimiento de nada, al día siguiente nos llevaron en un todoterreno viejo a la base de la montaña con nuestra guía llamada “Yo”.
Fuimos Diana, Tom, y un chico llamado Aaron que conocimos en la casa de la familia, que se quiso unir a la aventura.
Qué locura de subida. Había tramos con camino, tramos sin él, y MILES de escaleras. Y con escaleras me refiero a las de trepar. Apoyadas en la roca. Viejas. Sin cuerdas. Muy jarto todo.
Nuestra guía era tan pequeñita que a Tom le debía llegar por la cintura. No hablaba casi nada de inglés, solo nos sonreía. Era encantadora, y dura. Subió con la ropa tradicional de su aldea.
Tras 7 u 8 horas bastante duras, llegamos a la ante-cima, cubierta de niebla.
De repente, había cemento, o sea, suelo. Y un arco. Y un templo. Y música budista. Y MUCHA GENTE vestida de calle. ¿¿Qué?? ¡No entendíamos nada! Avanzábamos y la niebla nos iba dejando ver más. Y de pronto, escaleras de asfalto, templos mucho más arriba, estatuas pequeñas, estatuas gigantes de Buda. Parecía irreal y creo que no he flipado más en mi vida. RESULTA que Fan Xi Pang era famoso por esas construcciones que tenía a más de 3.100 metros de altura y porque recientemente habían construido un teleférico (por la otra cara de la montaña) que llegaba a la ante-cima. No sabíamos nada. ¡La gente nos miraba raro! Claro, éramos los únicos extranjeros y los únicos que habían subido andando por la selva… jajajajaja

No en vano, subimos hasta el final, y nuestra adorable Yo nos dio un diploma totalmente inesperado por haber llegado hasta allí. Es de los días más extraños y épicos que he vivido nunca. Lo que hay construido en esa cima, no tiene descripción posible. La paz, la naturaleza, la fe budista, todo unido. Adjunto fotos.
La bajada fue durísima, se nos hizo de noche y pasamos bastante hambre. Pero nada que no curasen unos buenos noodels. Qué locura de aventura.